Tips para aprender a usar una agenda
Cada año sucede lo mismo: te compras una agenda increíble para tener todo en orden en la escuela, pero nada más empiezan las clases y se te olvida usarla. Pasan las semanas y tratas de escribir tus pendientes, pero en lugar de apoyarte, te confunde más. Pues eso llegó a su fin hoy, porque con estos consejos tu agenda se volverá tu mejor amiga.
Tips para que tu agenda escolar sí te ayude:
Compra una agenda que sabes que sí puedes cargar a todos lados
Puede que te gusten las agendas de cuaderno completo o las que pesan casi un kilogramo, pero si no son lo suficientemente prácticas para que las cargues todos los días, son inútiles. Puede que no te moleste llevarla en la mochila, pero si es así, busca una agenda pequeña.
Crea tu propio formato
Casi todas las agendas vienen con un formato predeterminado: días y horas. Algunas tienen espacio para anotar tareas o números de teléfono. Lo más probable es que necesites mucho más que eso, así que personaliza el formato: añade espacio para listas, exámenes o recordatorios con post-its, stickers o dibujando cuadros en Canva.
Revisa el formato cada semana
Una de las cosas más importantes es que revises si el formato que estás usando te sirve. Si hubo algo que se te olvidó, algo que no tuvo un espacio o que no supiste organizar, mejóralo la siguiente semana. No continúes con un sistema que no te funciona.
Checklists
De nada sirve que anotes todos tus pendientes si no te aseguras de haberlos terminado. Agrega checklists o subraya cada cosa completes y así te haces un hábito de organización.
Prioriza: no todo es urgente
Si al revisar tu agenda te sientes estresadx y llenx de tareas interminables, quizá es porque pones todas en el mismo nivel de importancia. Señala con marcadores, stickers o dibujitos cuáles son las tareas más importantes por completar.
Divide las tareas más grandes en pequeñas tareas
Al hacer tu lista de pendientes en el día, añade “medias tareas” o “tercio de tarea”, para ir completando tus proyectos más grandes por etapas. Por ejemplo, repetir en lunes, martes y miércoles: “1/ 3 proyecto de anatomía”. Al final de la semana, trabajaste tres días en un solo proyecto y es mucho más sencillo de completar que haciéndolo todo en un día. Otra opción es darle nombres puntuales a cada actividad, por ejemplo, dividir el proyecto de anatomía así: “investigar sobre anatomía”, “escribir el texto”, “hacer la bibliografía”.
No te rindas y recuerda que llevar una agenda también es un hábito que desarrolla. ¡Mucha suerte en este ciclo escolar!