Disforia y Euforia de Género

 

Antes de empezar, es importante que distingas estos dos estados de ánimo.

 

La euforia es un estado de exaltación de la felicidad, sucede cuando te sientes emocionadx, contentx y feliz, todo esto provocado por algún suceso que no pasa tan seguido.

 

En cambio, la disforia es un estado de ánimo de inconformidad extrema que te pone triste, es una sensación leve de depresión, donde “no te calienta ni el sol”, a pesar de que en tu entorno está todo bien.

 

Pero, ¿cómo es que mi estado de ánimo se puede ver afectado por mi apariencia?

 

Nuestra forma de expresión puede ser (muchas veces) un factor determinante en nuestro estado de ánimo. El cabello largo, un mani espectacular, una prenda de vestir, algo identitario que nos hace sentir arrechos, motomamis, bichotas; este estado de empoderamiento que te hace sentir más tú mismx en relación a tu género, es la euforia de género.

 

En varias identidades, pero sobre todo en las trans, la euforia de género es esencial, es decir, es una forma de autodescubrimiento de cómo sentirse cómodx. Estas experiencias de autodescubrimiento quizás hacen que te des cuenta que no te identificas con el género que te asignaron al nacer.

 

Ahora, para entender la disforia de género es importante abordar la identidad de género, es decir, la vivencia individual del género, tal y como nos sentimos y que puede o no corresponder al sexo asignado al nacer.

 

Este estado negativo de disforia de género se presenta cuando unx no se identifica con el sexo que se ha sido asignado al nacer. Esta condición produce angustia por discordancia entre la identidad autopercibida y el género socialmente asignado.

 

La identidad de género es una vivencia bien personal, puede o no incluir la necesidad de modificar la apariencia corporal. Lo importante es el acompañamiento y el entendimiento en los procesos que pasa tu amix, familiar o tú mismx.

 

Lo que queremos dejarte bien claro es que estos sentires nos hablan mucho de nuestras identidades, de quiénes somos y de qué nos hace sentir bien con nosotrxs mismxs. Hablar de estos sentires debería colectivizarse y normalizarse.