Cástor y Pólux: los gemelos inmortales detrás de Géminis

Si alguna vez te has preguntado por qué Géminis es el único signo del zodiaco representado por dos personas, la respuesta está en los cielos y en la mitología griega.

 

 

Cástor y Pólux eran gemelos, bueno, casi. Hijos de la misma madre, Leda, pero de padres distintos: uno humano, el rey Tindáreo; el otro, nada menos que Zeus convertido en cisne (porque, pues, Zeus siendo Zeus). ¿El resultado? Un hermano mortal (Cástor) y otro inmortal (Pólux), pero tan unidos que parecían uno solo.

 

 

Desde pequeños destacaron por sus habilidades: eran jinetes expertos, guerreros fuertes, y sobre todo inseparables. Y aunque todo pintaba bien, un giro trágico llega cuando Cástor muere en combate. Ahí es cuando Pólux, destrozado por la muerte de su hermano, le ruega a Zeus compartir su inmortalidad para no vivir sin él.

 

 

¿La solución? Convertirlos en estrellas, literalmente. Zeus los colocó en el cielo como la constelación de Géminis, permitiéndoles vivir juntos por siempre, alternando días en el Olimpo y en el inframundo.

 

 

Por eso, los Géminis no son simples “doble cara” como tantos memes dicen, son la representación de la dualidad: lo mortal y lo divino, la luz y la sombra, el yo y el otro. Esta dualidad también se refleja en la inquietud de estos signos, así como las contradicciones constantes, y una lucha interna por integrar opuestos.Tienden a no pensar en absolutos: no es indecisión, es complejidad, es una perspectiva múltiple.

 

 

Así que la próxima vez que pienses que un Géminis “dice una cosa y hace otra”, recuerda: este signo está regido por un amor tan profundo que desafió la muerte. Su símbolo no es capricho, es un mito que vive desde el inicio de nuestra historia.