Dune 1984 no debería existir

Antes de que Denis Villeneuve transformara “Dune” en un éxito, hubo una versión dirigida por David Lynch. Esta adaptación aspiraba a ser un éxito en la ciencia ficción, al nivel de fenómenos como Star Wars, pero no cumplió con las expectativas.

 

En los años 60 la ciencia ficción tuvo un auge, de esta ola de historias nació “Dune”, una novela de la mente de Frank Herbert; nacido en 1920, Herbert fue periodista de oficio, al mismo tiempo se dedicaba a escribir cuentos. El escritor se encontraba en una de sus investigaciones para un artículo sobre las dunas de arena, nunca terminó la nota, pero la información le sirvió como base para escribir Duna.

 

 

“Dune” fue publicada en 1965 y rápidamente se convirtió en un éxito, aclamada por su aventura espacial y sus profundas reflexiones sobre política, religión, filosofía y ecología. No pasó mucho tiempo antes de que Hollywood pusiera la mira a la saga literaria.

 

Para 1971, Arthur Jacobs, quien recién había trabajado en “El Planeta de los Simios”, adquirió los derechos cinematográficos. Sin embargo, tras su fallecimiento, los esfuerzos por llevarla al cine se detuvieron. Luego, Alejandro Jodorowsky tomó las riendas del proyecto, imaginando una adaptación psicodélica y libre, con música de Pink Floyd y roles ofrecidos a figuras como Salvador Dalí y Mick Jagger.

 

 

Ningún estudio estaba dispuesto a financiar los 15 millones de dólares que costaría la película. Después de cambiar de manos varias veces, el productor Dino De Laurentiis se hizo cargo y rápidamente contrató a David Lynch como director. Para entonces, Lynch ya estaba posicionado y hasta George Lucas le había ofrecido dirigir la tercera entrega de Star Wars.

 

Aunque Lynch no conocía la novela, se enamoró de ella y empezó a trabajar en el guion. Con un libro de 700 páginas, era inevitable hacer recortes. Pero eso fue solo el inicio de los problemas de producción; el presupuesto final pasó a 40 millones de dólares, convirtiéndola en la película más cara de Universal Studios.

 

 

Para reducir costos, la producción se mudó a México, específicamente a los estudios Churubusco. Lynch estaba empeñado en mantenerse fiel a los guiones y a los elementos que tanto le gustaron de la novela, pero enfrentó un desafío: el contrato decía que la película no podía exceder las dos horas de duración.

 

Lynch, siguiendo su visión, empezó a improvisar y a agregar constantemente nuevas escenas. Durante la postproducción, se mostraba optimista con lo que había logrado; su primer montaje, sin la edición de efectos, duraba cinco horas, pero después de varios recortes, logró reducirlo a tres horas.

 

 

Esta era la versión que David Lynch quería de ‘Dune’, pero los ejecutivos exigieron una película más corta de dos horas, lo que llevó a recortar contenido clave para el desarrollo de la trama y los personajes, dándole prioridad a la acción.

 

A pesar de una intensa campaña publicitaria, ‘Dune’ de 1984 no logró convencer a la crítica debido a las incoherencias del guion. Este fracaso afectó profundamente a David Lynch, quien expresó su desilusión y su decisión de no participar en futuras grandes producciones.

 

 

Con el paso del tiempo, la película se transformó en un clásico de culto. Luego vinieron más adaptaciones de Dune, incluyendo una serie de televisión en el año 2000. Pero fue en 2021 cuando finalmente se hizo justicia a la película original, con la versión que ahora todos conocemos y amamos, protagonizada por Timothée Chalamet y Zendaya.

 

Dune se ha consolidado como un triunfo de la ciencia ficción, y las dos últimas películas han rendido homenaje a su calidad de adaptación.