Actividad Paranormal literalmente salvó un género

Una semana más, una nueva historia de miedo para compartir. Siguiendo con nuestro especial de terror, es momento de hablar de una película que revivió un género entero: “Actividad Paranormal”.

 

 

Un nuevo género

 

El género de terror ha evolucionado significativamente a través del tiempo, desde la era dorada de los slashers hasta las comedias de terror de los años 80, conocidas por su humor ácido y negro.

 

 

Durante los años 90, las secuelas de los clásicos no estaban a la altura de las expectativas. Sin embargo, en 1999, “El Proyecto de la Bruja de Blair” marcó un antes y un después en el cine, revolucionando la industria con su estilo único.

 

Una película de “found footage” que, tras su lanzamiento, fue elogiada por revolucionar el cine de terror; se destacó como una de las primeras en utilizar internet como herramienta de marketing. Su narrativa fue tan convincente que muchos creyeron que era una grabación auténtica de un grupo de amigos que desaparecieron en circunstancias misteriosas.

 

 

Actividad Paranormal

 

Casi una década después de “El Proyecto de la Bruja de Blair”, en 2007 “Actividad Paranormal” se estrenó en cines, convirtiéndose en un fenómeno que desafió las normas del género de terror y marcó un hito en la cultura popular.

 

Dirigida por Oren Peli con un modesto presupuesto de solo 15,000 dólares, la película logró una impresionante recaudación de 193 millones de dólares.

 

El género “found footage” se utiliza magistralmente en la trama, centrada en Katie y Micah, una pareja que empieza a sufrir fenómenos extraños en su hogar. Micah instala cámaras de seguridad para descubrir qué sucede, y es a través de estas grabaciones que se desvela la misteriosa actividad en la casa.

 

 

¿Por qué es tan especial?

 

Esta película de terror destaca por su habilidad de asustar sin recurrir a la violencia, la sangre o persecuciones mortales. El filme explota el temor a lo desconocido, con eventos paranormales como puertas que se abren por sí mismas y ruidos misteriosos que surgen sin explicación.

 

 

Crea una atmósfera de tensión ininterrumpida, ya que el “monstruo” que aterroriza la casa nunca se revela.

 

 

La implementación de cámaras de vigilancia aportó un toque de realidad y una conexión única con la audiencia. La posibilidad de que sucesos paranormales ocurran en la intimidad de un hogar ordinario llevó el terror a un nivel mucho más personal y cercano.

 

 

 

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