Fallout 76 no debería de existir
Fallout 76 tuvo, sin duda, uno de los peores lanzamientos en la historia de los videojuegos. Estaba repleto de bugs, glitches y, en muchos aspectos, parecía estar incompleto. Su estreno solo es comparable al desastroso lanzamiento de Cyberpunk 2077 o al de The Last of Us en PC, pero esa es una historia para otro momento.
Fallout, mírame, tú no eres así
Fallout se lanzó en 1997, desarrollado por Interplay. El juego fue bien recibido por la crítica y el público, lo que llevó a la secuela, Fallout 2, en 1998, otro éxito rotundo. Aunque hubo spin-offs, no fue hasta 2004 que Bethesda adquirió la licencia para desarrollar un quinto juego de la saga. En 2007, la compañía compró todos los derechos, convirtiéndose en el dueño oficial de la franquicia.
Gracias a esto, en 2008 llegó Fallout 3, considerado por muchos como el favorito de la saga. En 2010, se lanzó Fallout: New Vegas. Con estos dos títulos, Bethesda consolidó su reputación en la industria. Para 2015, con la nueva generación de consolas, llegó Fallout 4, que muchos consideran el principio del fin de la saga.
En su lanzamiento, Fallout 4 estaba bastante roto. Con el tiempo, Bethesda lo arregló para convertirlo en una experiencia más pulida, pero el juego dividió a los fans. Algunos argumentaron que había perdido gran parte de lo que hacía especial a la saga.
Fallout 76
Tras el lanzamiento problemático de Fallout 4, Bethesda tenía que ser cuidadosa con su próximo proyecto. En el E3 de 2018, anunciaron Fallout 76, promocionado como un juego “más grande, más audaz y mejor”. El mundo abierto sería cuatro veces más grande que el de Fallout 4 y tendría 16 veces más detalle.
En teoría, sonaba bien, pero algo no cuadraba. El juego tendría un enfoque multijugador, abandonando la experiencia single-player que caracterizaba a la saga. Los NPCs casi no existirían, siendo reemplazados por otros jugadores.
Bethesda se negaba a clasificarlo como un MMO, ya que no había misiones tradicionales, diálogos, NPCs o una historia lineal como en los juegos anteriores. Tampoco era un PvP puro, ya que los jugadores debían colaborar en lugar de enfrentarse.
¿Qué falló?
Fallout 76 tenía que lanzarse en noviembre de 2018, sin posibilidad de retraso. Incluso se emitió un comunicado admitiendo que el juego estaba incompleto, pero “lo suficientemente jugable” para su lanzamiento.
Aunque los “parches del día uno” son comunes en la industria, lo de Fallout 76 fue un insulto. Tres semanas antes del lanzamiento, se abrió una beta que duró solo 4 horas. El problema era que, para jugarla, debías descargar 60 GB, y un bug borraba los archivos, obligándote a descargar todo de nuevo.
La beta estaba incompleta y llena de errores. El día del lanzamiento, el parche pesaba más que el juego completo. Los jugadores encontraron fallas que explotaron a su favor, lo que llevó a baneos masivos. Bethesda incluso pidió ayuda a los jugadores para identificar los problemas.
Todo se solucionó ¿verdad?
Lo peor fue que los reembolsos dependían de Bethesda, quien decidía quién recibía su dinero. Incluso la edición coleccionista, que prometía una bolsa de lona, incluía una de nailon de baja calidad. Aunque finalmente hubo reembolsos y compensaciones, cada vez que Bethesda resolvía un problema, surgían dos nuevos.
Para no alargar la historia, Fallout 76 ha mejorado con el tiempo, al estilo de Cyberpunk 2077. Aunque aún carece de contenido en comparación con otros juegos de la saga, está mucho más completo que en su lanzamiento. Sin embargo, sigue siendo un título multijugador, lo que lo aleja de la esencia clásica de Fallout.