Mentiras

5 crueles mentiras con las que te criaron

La vida, oh la vida, está llena de enseñanzas, pero también de mitos que nos han enseñado desde pequeños. Es por eso que, a modo de crítica, te presentamos cinco grandes mentiras (un poco crueles) que muchos de nosotros hemos creído y que, al crecer, nos damos cuenta (tristemente) de que son solo eso: mentiras.

 

 

Estudiar te prepara para el futuro

 

La primera gran mentira es que la educación formal nos prepara para un mundo que ya no existe. Al salir de la universidad, muchos nos damos cuenta de que lo aprendido no se traduce en oportunidades laborales reales.

 

En el ámbito del periodismo, por ejemplo, nos decían que Internet no era una fuente confiable. Ahora, los medios tradicionales luchan por adaptarse a un entorno digital que antes subestimaban. La lección aquí es clara: mantente abierto al cambio, porque el mundo está en constante transformación.

 

 

¿Pertenecemos a la clase media?

 

La segunda mentira tiene que ver con nuestra percepción del nivel de vida. Muchas personas creen que su calidad de vida es superior gracias a la facilidad para endeudarse y adquirir bienes materiales.

 

Esta ilusión se desmorona cuando enfrentamos realidades la imposibilidad de comprar una casa. La verdad es que muchas veces vivimos en una fantasía mantenida por deudas y apariencias. Hay que reconocer que lo que vemos sobre el dinero puede ser solo una ilusión.

 

 

“Ellos son mejores”

 

La tercera gran mentira es la idea de que los demás son excepcionalmente talentosos. A menudo escuchamos a alguien decir que es muy inteligente pero no se esfuerza lo suficiente. Ser el mejor en un entorno pequeño no significa ser un genio; simplemente estás en una pecera pequeña.

 

La realidad es que la mayoría no es extraordinaria, pero tampoco son mediocres. Lo importante es esforzarse por desarrollar nuestras habilidades, independientemente de nuestro nivel de inteligencia, porque no todxs son buenos en lo que otras personas pueden ser buenas.

 

Trabajo arduo, lealtad y respeto

 

La cuarta mentira es creer que el trabajo duro es la única clave para el éxito. Muchas personas exitosas no saben por qué han triunfado, así como aquellos en bancarrota no comprenden su fracaso.

 

La vida no es un videojuego donde todos tienen las mismas oportunidades; más bien, es como un juego de ajedrez donde cada uno tiene roles diferentes y limitaciones peculiares a su contexto. Por lo tanto, el éxito depende de múltiples factores, incluida la suerte y las circunstancias familiares.

 

 

Existe una vida normal

 

Finalmente, la quinta mentira es la creencia en una vida normal. Muchos piensan que merecen una existencia sin problemas ni enfermedades, pero esto es una ilusión peligrosa.

 

La vida no garantiza salud ni felicidad; cualquier cosa puede cambiar en un instante. Aceptar esta realidad nos permite apreciar lo que tenemos y encontrar alegría en el presente sin esperar un contrato especial con el universo.

 

 

¿Qué aprendimos?

 

Es hora de cuestionar estas mentiras y entender que la vida está llena de incertidumbres y desafíos ocultos detrás de las apariencias. Aprender a navegar por estas realidades puede ayudarnos a vivir con más autenticidad y menos expectativas irreales. ¿Qué otras mentiras crees que hemos creído?

 

 

 


 

 

 

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