Kinect sigue vivo ¿En tu celular?

En 2006, la Nintendo Wii irrumpió en el mercado como una de las consolas más icónicas de todos los tiempos. Representó una verdadera revolución en el mundo de los videojuegos y marcó el resurgimiento de Nintendo tras dos generaciones de consolas con resultados decepcionantes.

 

La Wii de Nintendo, con su enfoque en los jugadores casuales, fue un éxito rotundo que no pasó desapercibido para Microsoft y Sony. Ambos querían una parte del mercado que Nintendo había conquistado.

 

 

PlayStation respondió con el PlayStation Move y Xbox con el Kinect, ambos sistemas de captura de movimiento que buscaban revolucionar la forma de jugar, prometiendo una era sin necesidad de controles físicos y convirtiendo al jugador en el propio control.

 

 

En 2005, Microsoft lanzó el Xbox 360, el sucesor del primer Xbox. Microsoft tomó la delantera al lanzar su consola antes que Sony y Nintendo, cuyas consolas salieron al mercado un año más tarde.

 

La estrategia de Microsoft de vender el Xbox a un precio mucho más accesible que el PlayStation, en teoría, debería haberles dado una ventaja competitiva. Sin embargo, apresurar el lanzamiento resultó ser un error debido a los fallos de producción que terminaron costándole caro a la empresa; Microsoft acabó perdiendo millones con la garantía de sus consolas.

 

 

Varios años después, con Xbox ganando terreno frente a PlayStation 3, Microsoft decidió que era hora de subir de nivel. Ya habían capturado la atención de muchos jugadores, así que el siguiente objetivo era el mercado casual, dominado por Nintendo y su popular consola Wii.

 

Así se tomó la decisión de renovar la imagen de Xbox, apostando por una experiencia rediseñada que incluía al Kinect. A pesar de que ahora se le ve como un “meme” en la comunidad, en su momento el Kinect fue un éxito.

 

 

Aunque no alcanzó la popularidad del Wii, el Kinect disfrutó de gran reconocimiento, siendo incluso el juego más vendido de la Xbox 360 uno de Kinect. Con una nueva generación de consolas, también se planeó una nueva versión de Kinect; con la novedad de que sería obligatorio para quienes compraran una Xbox One.

 

Al final el público se quejó de esta práctica, y el Kinect quedó en el olvido. Es curioso que la tecnología que Microsoft quiso implementar por la fuerza en 2013, en realidad si pasó.

 

 

 

El Kinect hace uso de tecnología de mapeo en 3D mediante un proyector de infrarrojos, permitiéndole identificar la forma humana y calcular la profundidad del espacio. Cuenta con micrófonos para recibir comandos de voz y, en su versión mejorada, puede incluso reconocer gestos específicos y los movimientos de los dedos.

 

Un sensor muy complejo que daba paso a desarrollos más ambiciosos, incluso la NASA se planteó usar la tecnología del Kinect para medir el peso de los astronautas.

 

 

Desde 2013, Apple estaba interesada en la tecnología de PrimeSense quienes desarrollaron la tecnología Kinect; en ese mismo año PrimeSense fue comprada por Apple ¿Por qué la compañía de California se interesó en este proyecto?

 

Fácil, la tecnología de Face ID que desbloquea los iPhone está construida sobre la base de Kinect. Apple pulió la patente hasta hacerla tan pequeña que cabía en un teléfono, sustituyendo a la huella digital.

 

 

Entonces sí, puede decirse que Kinect cumplió con su propósito, conquistando el mercado “casual”.

 

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